09 julio 2007

¡No hay tiempo que perder!

A continuación muestro un texto que da para pensar...y para actuar:
Estimados amigos:No podemos esperar ni un segundo, hay que dar la lucha contra la cultura de la muerte.Sabías que por cada minuto que pasa asesinan a 85 niños dentro del vientre de su Madre, ¡más de un aborto por segundo!!No hay tiempo que perder!

07 julio 2007

A Margarita Debayle

Margarita está linda la mar, y el viento,
lleva esencia sutil de azahar; yo siento
en el alma una alondra cantar; tu acento:
Margarita, te voy a contar un cuento:
Esto era un rey que tenía un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú,
y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla decorar un prendedor,
con un verso y una perla y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba, por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho? te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho que encendido se te ve?».


La princesa no mentía. Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... El Señor se va a enojar».
Y ella dice: «No hubo intento; yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado: «Un castigo has de tener: vuelve al cielo
y lo robado vas ahora a devolver».

La princesa se entristece por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.

La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor en que lucen,
con la estrella, verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar, y el viento

lleva esencia sutil de azahar: tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña,
un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento

02 julio 2007

Yo ¿Para qué nací?


"Yo ¿para qué nací? Para salvarme
Que tengo que morir, es infalible.

Dejar de ver a Dios y condenarme, triste cosa será, pero posible.
¿Posible, y río y duermo y quiero holgarme?
¿Posible, y tengo amor a lo visible? ¿Qué hago? ¿en qué me ocupo?
¿en qué me encanto?
Loco debo ser si no soy Santo"

(Lope de Vega, 1562 - 1635)